Los tratamientos de conducto a menudo se asocian con dolor e incomodidad, pero este procedimiento dental común es una herramienta crucial para salvar sus dientes naturales. En esta publicación, nuestro objetivo es desacreditar algunos conceptos erróneos comunes y mostrarle exactamente cómo funcionan los conductos radiculares para salvar los dientes.

Mito 1: el tratamiento de conducto es doloroso

Uno de los mitos más comunes sobre el tratamiento de conducto es que es extremadamente doloroso. Sin embargo, la realidad es que con las técnicas y tecnologías anestésicas modernas, una endodoncia no debería ser más incómoda que un empaste. De hecho, el tratamiento de conducto en realidad alivia el dolor al eliminar la fuente de infección o inflamación.

Mito 2: una endodoncia mata el diente

Si bien es cierto que la pulpa viva dentro del diente, que incluye nervios y vasos sanguíneos, se extrae durante un tratamiento de conducto, esto no “mata” al diente. El diente continúa siendo nutrido por los tejidos circundantes y puede funcionar normalmente durante toda la vida con el cuidado y la protección adecuados, como una corona después del tratamiento.

Mito 3: es mejor extraer un diente que tener una endodoncia

Salvar sus dientes naturales siempre debe ser la primera opción cuando sea posible. Un diente natural normalmente funciona mejor que un diente artificial y potencialmente puede durar toda la vida. Un tratamiento de conducto hace posible preservar el diente natural, manteniendo así la fuerza y sensación de mordida adecuadas, y reduciendo la necesidad de más trabajo dental.

Mito 4: el tratamiento del conducto radicular causa enfermedades

No existe ningún estudio científico que demuestre que los dientes tratados con endodoncia provoquen enfermedades en otras partes del cuerpo. Una endodoncia es un procedimiento seguro y efectivo que elimina la infección del diente, previene la reinfección del diente y salva el diente natural.

Mito 5: el tratamiento de conducto generalmente no es exitoso

El tratamiento de conducto tiene una tasa de éxito muy alta. Muchos dientes tratados con endodoncia duran toda la vida. Lo más importante que debe hacer para que una endodoncia dure el mayor tiempo posible es restaurar el diente correctamente después del tratamiento de endodoncia, generalmente con una corona, y mantener una buena higiene bucal.

Mito 6: Solo los endodoncistas pueden hacer un tratamiento de conducto

Con las herramientas y la tecnología modernas, muchos dentistas generales experimentados han comenzado a realizar procedimientos de endodoncia. De hecho, te cobrarán más si visitas a un especialista, un endodoncista en este caso, que si vas a un dentista general. Sin embargo, no todos los dentistas generales realizan tratamientos de conducto. Lea las reseñas en línea y llame al consultorio dental con anticipación para asegurarse de que el consultorio dental tenga experiencia en el tratamiento del conducto radicular.

Mito 7: El tratamiento de conducto consiste en quitar la raíz del diente

El tratamiento de conducto radicular consiste en extraer la pulpa del diente y sellar los conductos radiculares. Las raíces del diente permanecen intactas.

Mito 8: el tratamiento de conducto solo es necesario si tengo dolor de muelas

Si bien un dolor de muelas es un síntoma común de infección, la infección se puede propagar sin dolor de muelas. Es importante acudir al dentista regularmente para limpieza y consulta. Su dentista o endodoncista puede detectar infecciones y puede guiarlo sobre si se necesita o no un tratamiento de conducto.

Conclusión

Lejos de ser algo que temer, las endodoncias son una herramienta esencial para que los dentistas ayuden a salvar los dientes infectados. Alivian el dolor, preservan sus dientes naturales y contribuyen a una mejor salud bucal. Al comprender qué es una endodoncia y cómo funciona, puede tomar decisiones informadas sobre su salud dental y estar seguro de que está cuidando su sonrisa de la mejor manera posible.

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